Potro
desbocado,
En la
ignorante mediocridad.
Muela
picada,
Por el
dulce sin pecado.
Sapiencia
plena,
De
horizontes de vergüenza.
Noches
sin fin,
Gritando
al episcopal de la intolerancia.
Lengua
ponzoñosa,
Soliviantando
el oído del noble.
No eres
más que una muesca,
En la
desgastada y oxidada,
Rueda
de eternas vanidades.
Aprendiendo
del tordo,
Ilusorio
y entretenido,
Moflete
del catódico colorete,
Que,
cual taza de retrete,
Te la
mete hasta el cerebrete.
Tu
inteligencia florece,
Cual
detritus de mosca,
Gracias
a que tu mp3 es la panacea,
De tu apoltronado
horizonte.
Gargajosa
manifestación de apestado humano,
Destrozando
mobiliario urbano,
Al son
de un rock metamorfoseado y aflamencado.
Vas por
la vida cerrando libros,
Gritando
tus miserias y desencantos:
Huellas
de congéneres impotentes,
Ejemplos
de vergonzante película Ozoril.
Tu vida
esta llena de emociones,
Aprende
a destrozarlas,
Enseña
tus experiencias a tus generaciones,
Que
todos sepan que eres,
El dios del gargajo.