domingo, 27 de diciembre de 2020

FRANK ZAPPA & THE MOTHERS OF THE INVENTION “Freak Out!”

 

(2 LP) (Junio 1966)

Reedición: Zappa Records

(2013)
Vinilo de 180 grms

Frank Zappa siempre fue un visionario. Mucho antes de los discos-concepto, Zappa ya se atrevería a mezclar para su primer trabajo todo tipo de influencias musicales: desde el Rock más salvaje hasta el Doo-Woop, el Rhythm & Blues, el Collage, Avant-Garde y por supuesto el Blues.

Comenzó en una banda llamada The Soul Giants, en la que hacían versiones Blues. Allí conoció a Ray Collins, un carpintero al que le gustaba cantar y que en los fines de semana interpretaba buen Blues en diferentes clubs. Ambos decidieron lanzarse al mundo de la música de forma más seria. Zappa cambió el nombre al grupo y con la adición de músicos como Jimmy Clark a la percusión, Roy Estrada al bajo y Elliot Ingber en la guitarra rítmica junto a las composiciones, voz y guitarra solista del propio Zappa formaron The Mothers of Invention 

Arropados por la producción de Tom Wilson y después de trasladarse a Los Angeles y haberles visto actuar por clubs de la ciudad, el grupo editó su primer álbum el 27 de junio de 1966. El disco se convirtió en el primer álbum debut doble de la historia del Rock y también en el primer álbum concepto, poco antes de la edición del “Sgt. Pepper´s” de The Beatles la cual se produciría solo unos meses más tarde. De hecho, y según ciertos comentarios, parece ser que Paul McCartney (que fue el padre y la madre de “Sgt. Pepper´s”) se basó en el concepto de este disco de Frank Zappa para lanzar el de la banda en 1967.

Más tarde el propio Zappa parodió esta idea (que no parece tan descabellada sobre todo teniendo en cuenta que este disco no tuvo ninguna repercusión comercial), en su disco de 1968 “We´re Only In It For The Money” (“Estamos En Esto Solo Por El Dinero”) donde se parodia la portada del “Sgt. Pepper´s Lonely Hearts Club Band” aparte de poseer todo el disco una fuerte carga crítica hacia los cuatro fabulosos.  

“Freak Out!” tuvo muchas críticas negativas en su momento. Desde comentar que estaba influido por las drogas (en especial el LSD), hasta alcanzar altas cotas de incomprensión como la del crítico Pete Johnson, de Los Angeles Time, quien llegó a decir de este doble álbum que era algo así como “el gran estímulo para consumir aspirinas desde la subida de impuestos”, o “si alguien se atreve, que me explique de qué va este disco”. Exabruptos que leídos hoy han quedado absolutamente anecdóticos y sobre todo anacrónicos sobre todo si echamos la vista atrás y nos detenemos en la obra de un músico de Rock amante del Jazz y de la música contemporánea.

Una obra que se extiende a 60 discos oficiales (sin contar los piratas, discos en directo y recopilatorios), en la que participó el mismo Pierre Boulez (músico y director de orquesta francés con quien trabajó Zappa en el disco “The Perfect Starnger” de 1984) y figura a la que incluso su ciudad natal, Baltimore, ha dedicado una estatua en su memoria, no nos pueden dejar indiferente.

Esta es la primera obra de un visionario. A partir de aquí hubo mucho y todo ello muy heterodoxo, como al propio Zappa le gustaba que le calificaran. Un hombre que incluso estuvo a las puertas de presentarse como candidato a la presidencia de Los Estados Unidos, que convirtió un juicio en una obra musical experimental (el juicio en el que se le juzgó por oponerse a la colocación de una etiqueta en los discos en la que se advertía al comprador de lenguaje obsceno o no apto para cierto tipo de público), sus críticas a toda la sociedad y en particular a los políticos y militares norteamericanos por los experimentos efectuados con las drogas sobre la población…la lista de actividades más allá de las específicamente musicales sería larga. Quizás los adjetivos que le definan mejor sean heterodoxo, iconoclasta y un gran innovador de todo lo referente al lenguaje musical tan poco definido en los años 1960s pero que con obras como “Freak Out!” nos acercan un poco a la idea de cómo estaba el mundo en esa época.   

La edición que nos ocupa se debe a una nueva reedición de toda la obra de Zappa gracias a su familia. Ha habido una nueva edición y remasterización de sus discos oficiales más algunos que nunca se habían editado y que corresponden a out-takes, tomas falsas y demos de temas de Zappa que se han agrupado en nuevos volúmenes. Los discos en Vinilo han sido editados teniendo en cuenta sus portadas y detalles originales aunque en este caso concreto se ha prescindido de una curiosidad que había en un primera edición: el mapa de ciertos restaurantes de Los Angeles a los que el grupo iba habitualmente a comer y a los que presuponemos Zappa dio coba para comer gratis a cambio de publicarles la dirección y la situación del mismo en un mapa en el interior del disco. Aparte de esto también había algunas frases alusivas a la Policía en las que se decía... “Además os apuntamos los lugares que están calientes frecuentemente, con consejos de seguridad en situaciones de terror policial”. Todo un heterodoxo a tener muy en cuenta. Si ya le conoces te invito a que disfrutes de estas nuevas ediciones en Vinilo. Si no, aún no es tarde para descubrirlo.

sábado, 26 de diciembre de 2020

BOB DYLAN “Bringing It All Back Home”

 

Reedición: Music On Vinyl
(2010)
Vinilo de 180 grms

A menudo se cita este álbum como el del nacimiento del Folk-Rock. Realmente fue así. Dylan en 1965 estaba rodeado de grupos y solistas que ya hacían versiones de sus propios temas pero sin la simplicidad instrumental de los instrumentos acústicos. La guitarra eléctrica marcaría en los años 1960s –y sobre todo en los 1970s- las pautas a seguir por muchos instrumentistas, solistas y grupos de Rock. 1965 fue el año de publicación de “Rubber Soul” de The Beatles, del “Mr. Tambourine Man” de The Byrds o en el campo del Jazz del “A Love Supreme” de John Coltrane. Tres discos fundamentales para comprender la evolución musical del siglo XX. Dylan en esa época se mostraba remiso a dar el salto a lo eléctrico. Sobre todo teniendo en cuenta opiniones enfrentadas al respecto como la de su amiga Joan Baez quien no era partidaria de electrificar lo natural. Y es que el purismo es una espada de doble filo. Si eres cantante Folk y tu meta es denunciar una situación social poco sostenible –en ese año en América había mucho por lo que luchar- debías mantener ese espíritu libre que te da lo acústico, lo natural, lo no contaminado. Fueron tiempos difíciles para Bob Dylan. Su casa se le llenaba de tipos a los que no conocía. Simplemente querían estar cerca de su ídolo. Recibió serias amenazas de muerte al cambiar la acústica por la eléctrica, tuvo que mudarse en innumerables ocasiones de domicilio, sus antiguos seguidores, en definitiva, no le perdonaban que se hubiese “contaminado” por unas circunstancias que consideraban una moda pasajera. Para el purista hay que ser Folk de guitarra acústica hasta que te mueras. Afortunadamente para el mundo de la música su cambio hacia lo eléctrico no supuso, como temían algunos, el final a la crítica social o un adiós al reflejo de una sociedad cambiante y muy extremista como la norteamericana. Dylan lo hizo con clase. Como han de hacerse las cosas en estos casos: poco a poco. Pero el 28 de agosto de 1964 las cosas cambiaron radicalmente para Dylan. En esa fecha se produjo una reunión que no tuvo mayor consecuencia sino la de la influencia sobre Dylan. Me estoy refiriendo al encuentro entre Bob Dylan y The Beatles en un hotel de New York. Conocer personalmente a los cuatro fabulosos fue la piedra de toque que Dylan necesitaba para abrir los ojos hacia un nuevo mundo de sonidos. The Beatles –expertos experimentadores musicales- le comentaron a Dylan las posibilidades que se abrían ante él en el futuro. Y sin duda eso fue lo que hizo decidirse.

Estamos pues ante un disco que llegó al puesto nº 6 en las listas del Billboard. Su productor fue Tom Wilson quien ya había trabajado con Dylan entre otros en “Another Side of Bob Dylan” y en “The Times They Are a-Changin´” ambos de 1964. Se divide en una parte acústica y otra eléctrica. En el lado eléctrico Dylan se hace acompañar de una banda de Rock and Roll, lo que encendió aún más a los folkies puristas. La canción que abre el disco “Subterranean Homesick Blues” supuso el primer single de Dylan que entró en una lista de éxitos. Y desde ese año, su amiga de toda la vida, Joan Baez, decidió no tocar más con él en vivo. Algo que no harían de nuevo hasta bien pasados unos años.

El disco también contiene dos gemas ya clásicas dentro del Folk-Rock: “Mr. Tambourine Man” que abre la cara B y el triste aunque embriagador “It´s All Over Now, Baby Blue” tema que sirvió de inspiración a la novelista Joyce Carol para uno de sus cuentos.

La edición que nos ocupa ha sido realizada por el sello holandés Music On Vinyl. Si por algo destaca este interesante sello es porque no dispone de los masters digitales remasterizados editados en CD para hacer sus prensajes en vinilo sino que recurre a los masters analógicos originales que las editoras poseen para pedir los consiguientes permisos y realizar en base a ellos estos prensajes de los masters en vinilo de 180 gramos la mayoría de ellos. Aplaudimos esta iniciativa pues todo audiófilo que se precie lo agradecerá. En definitiva el sonido del disco es realmente bueno. Los agudos y graves están bien balanceados y la brillantez de la copia se hace notar. Aparte de que hace décadas los discos pesaban menos, hay que recordar también que el cloruro de vinilo – en su estado natural es un gas y mezclado con otros elementos se encuadra dentro de la familia de los polivinílicos- de antes no era tan puro. Tenía muchas más impurezas lo que le hacía que el polvo y otros elementos se depositaran con más facilidad en su superficie. La electricidad estática siempre acompaña y va a acompañar a nuestros amados vinilos pero tenemos la ventaja de que en estos tiempos los materiales para la fabricación de los vinilos son de mayor calidad y en eso ganamos todos los amantes a la música pues esa electricidad estática tan molesta, en estos vinilos de 180 gramos, no es tan pronunciada como lo era en épocas pretéritas. 

viernes, 4 de diciembre de 2020

Nuevos tiempos para la lírica

 

Que una buena parte del cine actual de consumo rápido se ha convertido en una prolongación de ese bonus que te ofrecen en cualquier centro comercial, con cines, de este país como parte integrante de la visita al enorme reducto de ocio y entretenimiento en el que se ha convertido esta sociedad es un hecho, no por más plausible, menos aceptado por la mayoría de espectadores. O si no ahí están las cifras de "Vengadores: Endgame".
El que directores de la talla de Marin Scorsese afirmen en prestigiosos periódicos norteamericanos (The New York Times) que las películas de Marvel no son cine, no parece haber afectado a un público ávido de este tipo de experiencias cinematográficas. Y conste que no deja de tener su razón el maestro neoyorkino pues basa su argumento en que el cine nunca fue un ejercicio exento de riesgo. Razona el de Queens que hoy no hay riesgo alguno en la elaboración de proyectos. No existe ya la revelación creadora. El verdadero peligro emocional que supone la creación, puesta de largo y resolución de una película si en la actualidad solo se trabaja con cifras. No hay emoción. No hay aventura. Algo así como cuando la obligación de producir anula la pasión de crear.
En este sentido, las películas del universo Marvel y de cualquier otro universo, son exactamente eso: productos creados basándose en estudios de mercados, probados con audiencias (muchas veces de fans) siendo modificados en base a sus resultados. Sin duda, en un momento precario para la industria del cine como el actual (que se remonta ya años antes del dichoso coronavirus), este tipo de producciones de gran pirotecnia comercial son la única tabla de salvación para muchos empresarios que han visto como infinidad de colegas han tenido que cerrar sus salas. Si a eso le añadimos el contundente ascenso de las plataformas digitales, acabamos de dinamitar el sueño desde la base.
No obstante todo lo anterior, ¿Qué nos queda? Entretenimiento. Al fin y al cabo para eso se creó el cine.
Hay "lumbreras" hoy en día sin ningún sentido artístico, es cierto. Que solo ven los beneficios y les da igual cualquier otro planteamiento a excepción de la rentabilidad en taquilla. Por eso habría que diferenciar entre dos conceptos: entretenimiento y cine. Para mi, el universo Marvel es lo primero. Pero no por ello a veces se pueden vislumbrar luces brillantes en el horizonte más radicalmente comercial. Esta película las tiene. Y lo mejor que pueden hacer los protagonistas en esta historia es tomárselo un poco a broma. Y es ahí y no en otra parte, donde la película se hace ver. Gran aportación musical de los 1980s con canciones cuyos textos hacen alusión directa a la acción que se va desarrollando.
"Guardianes de la Galaxia" no será una gran película pero es un entretenimiento más que digno. Y con gran sonido e imagen por cierto en esta edición en Bluray.
Scorsese es uno de los grandes. Sin duda alguna. Pero a veces, de vez en cuando, también hay que desenchufarse del cine más serio para disfrutar como críos. No soy partidario para nada de continuar una saga enorme (más de 20 películas en esta fase y las que han de venir), atendiendo las directrices de las escenas post-créditos, siguiendo las tramas y sub-tramas de todos estos universos y sus pequeños micro cosmos, entre otras cosas porque todo ello te hace ser un esclavo de las directrices comerciales de todos estos chupa-sangres que son los nuevos directivos del séptimo arte que solo entienden de porcentajes, si que es cierto que algunas películas de Marvel se pueden (y deben) ver por separado no obedeciendo ninguno de estos esquemas perfectamente sincronizados para que tu mente y tu cuerpo respondan cual obrero obediente a su patrón.

LA BANDA DE LOS PITOS

  La banda de los pitos, Ha llegado al pueblo. Unos tocan pitos pequeños, Agudos y puntiagudos. Otros tocan pitos grandes, Graves ...