domingo, 25 de abril de 2021

BOSQUE

 

El sendero es claro,

Todos pueden ver el camino,

El puerto a lo lejos,

El cielo límpido y abierto arriba,

El abismal verde abajo.

 

¿Oyes la sinfonía animal?

Todos cantan como si fuesen uno solo.

Igual que los duendes que se esconden a tu paso,

Igual que el viento acaricia cada recoveco,

Así vas caminando,

Como dueño del sendero.

Atestado de diminutos seres,

Que se asoman interrogantes,

En saber quien se acerca.

 

Y tu avanzas,

Seguro, positivo,

Arrastrando el rojo,

Lanzando el ocre,

Ahora el viento es tu aliado.

 

Nunca ser humano ha sido,

Sin ser de natural consentido,

Sin culpable y sin razón.

El principio no existe,

Siempre ha estado allí.

 

Y al final al desierto negro volviste,

Con restos sin vida,

De tu voluntad.

 

Días has dejado pasar,

Planes has elaborado,

Dones has recibido,

Y…

Muerte por muerte,

Has construido,

A tu alrededor.

 

Contempla ahora pues tu sagrada obra,

Huele el viejo roble,

Observa la singular silueta animal,

Oye el desolado silencio,

Ausente del canto,

Sin hembra con risa.

 

Y ahora disfruta,

Goza del placer,

De ver tus estertores,

En la cima del viejo roble,

Que tú mismo destruiste.

 

No has aprendido nada en este viaje,

Tal vez lo hagas…

En el próximo.

lunes, 19 de abril de 2021

A CAMINAR

 


A caminar

Con el amargo desencanto

Con el huésped de mi pesar.

A caminar sin propósito ni canto

Sin un porqué y sin un cuando.

 

A caminar dando de lo que se fue al caminar andando

Con un te quiero y un te querré

Sin esperar nada a cambio

Más que caricias robadas a una tersa sonrisa.

 

A caminar al lamento consagrado

De un te quiero ensimismado

De la nobleza de un rezo

De una daga al corazón.

 

Suspirando en eterna desazón

Del que sueña atormentado

Por un querer sacramentado

Vistiendo de crueldad su razón.

 

Y así, caminando,

Voy lamentando

Las mentiras de tu querer

Que si hubo engaño no fue tanto

Más que unos ojos en silencioso llanto

Musitando por los tuyos

Un te amo y un te amaré.

viernes, 9 de abril de 2021

VOCINGLERO

 


Desdibujados paisajes,

Descoloridas clases,

Diluyéndose con su despropósito,

En la infelicidad.

 

Descastadas gargantas,

Prostituidas con la miseria de sus entrañas,

Mirando la sopa,

Bebiendo la boba,

Nadando en un mundo de ensueño,

De mágicas pócimas de aire carbonatado.

 

Bailando al son del amo que clama,

Esa llama que no derrama,

Por su ponzoñoso y paupérrimo verbo,

Ni una perra, ni un billete.

 

Sabiéndose prisionero de si mismo,

Saliendo a fiestas de embrutados semejantes,

Dando siempre por delante,

La libertaria oblicua del atrás circundante.

 

Burbuja,

Aceite,

Pompa de jabón,

Que derrites sapiencia a la sombra de un malecón.

 

Inocua criatura de nobleza obliga,

Sales del armario,

¡Que Dios te bendiga!

 

Sedúcenos a todos con tu proverbial labia,

Que no te dé miedo,

Ni siquiera rabia.

 

Sigue siendo ese oscuro objeto de deseo,

Ofrécenos tu irrefrenable jaleo,

Que es de tus labios un mareo,

Y con tu voz,

Yo me la meneo.   

martes, 6 de abril de 2021

HITMAN

 

A los que se reían de mí en la escuela

A los que me tiraban piedras

A los que me buscaban para satisfacer sus intereses

A los que alardeaban de poder inexistente.

 

A los que les parecía divertida la desgracia ajena

A los que disfrazan de amistad su enorme frialdad

A los que fueron incapaces de ser sinceros

A los que les brillaba su egoísmo.

 

A los que nunca se sacrificaron por las circunstancias

A los que mintieron para conseguir algo

A los que aprovecharon mi inmadurez para realizarse como seres oscuros

A los que se regodeaban de sus miserables triunfos.

 

A los maestros y maestras en el arte de las habladurías

A las que me engañaron con sus mentiras de amor

A los que nunca me devolvieron mis discos (ni mi dinero)

Y a los que nunca les devolvieron esa parte de alma que no les di.

 

Para todos ellos, éste es mi deseo:

“Que Dios Os Bendiga”. 


Cuando el Regetón mató al Rock

 

La historia de la música está repleta de historias curiosas. A veces creemos que cuando cierto estilo musical impone sus reglas a otro es por simple desidia o por el poder del que viene pisando fuerte y ofrece una corriente de aire fresco que muy probablemente no hubiese sido capaz de aceptar. Ocurrió en 1955 con la irrupción del Rock and Roll que desbancó, al menos por una temporada, el reinado del Jazz de la época. Y cuando la evolución propia del Rock pasó de las primeras canciones de The Beatles a las complejidades orquestales y técnicas del “Sgt. Pepper Loonely Hearts Club Band” de los mismos 4 fabulosos de Liverpool, el cambio era obvio: lo que se nos vendría encima sería el, para algunos, insufrible Rock Progresivo de los años 1970s  que duró sólo unos años (ni siquiera una década completa), para más tarde explosionar el Punk en 1977. Era una vuelta a las raíces de lo que siempre fue el Rock: canciones de no más de 3 minutos frente a los devaneos instrumentales de más de 20 minutos del Progresivo.

Pero algo tuvieron en común todas estas épocas de la música Rock que he mencionado. Durante el advenimiento de todas estas etiquetas y estilos siempre pudieron sobrevivir los otros conjuntamente. Durante el reinado del Rock and Roll sobrevivió el Jazz, durante el Rock Progresivo lo hizo igualmente el Rock simple y básico de otras bandas y más adelante incluso con el resurgir del Punk e incluso más allá, en los años 1980s, con los Nuevos Románticos floreciendo por todas partes (bandas y solistas que si no incluían en sus discos la dichosa batería eléctrica, el teclado Yamaha DX-7 o la caja de ritmos, no estabas “en la onda”), grupos como Genesis, Yes o incluso Emerson, Lake & Palmer seguían sobreviviendo. Eran espacios abonados y bien reconocidos por fans, seguidores en general y por supuesto las compañías discográficas. Todo ello estaba bien delimitado. Eran otros tiempos.        

 Actualmente (escribo este artículo en abril de 2021), siguen existiendo estas parcelas musicales. Existe nuevo Rock aunque ya no lo escuchemos en las emisoras de radio, más preocupadas por mantener el recuerdo de las grandes bandas del pasado en lugar de fomentar a las nuevas (excepto en el caso de Radio 3). Se suceden conciertos-homenaje a bandas del pasado (Queen, Led Zep, Dire Straits…), y encima los conciertos en vivo han reducido su número, quedando relegados casi la mayoría de las veces, por obra y gracia del maldito Covid19, a los shows online. ¿Podrían nombrarme una docena –solo una- de buenas bandas de Rock de la actualidad? Y no es que el Rock haya fenecido pese a lo que muchos opinen a este respecto. Pero quizás esté herido de muerte. No por las nuevas tecnologías. Al contrario. Éstas nos hacen tener en la palma de la mano todo un abanico de posibilidades como nunca antes habíamos tenido. El problema de fondo está en la gente. Y para colmo de males se ha impuesto un estilo musical como el Regetón entre nosotros que es el perfecto ejemplo de la mediocridad musical más supina.

Nunca antes en la historia de la música un estilo musical había durado tanto tiempo hasta la aparición de otro que lo eliminara o al menos que lo ensombreciera. Todos y cada uno de los ejemplos arriba mencionados no duraron más de 10 años a lo sumo cada uno. Sin embargo el Regetón lleva ya anclado entre nosotros (por cómo va el asunto me temo que aún nos queda),  más de 20 años. Y ello no es debido a otra cosa sino a la poca o nula vocación de la gente por interesarse por otras forma musicales. Aparte del hecho de su patrón rítmico inamovible: un machacón tempo de 3-3-2 audible a kilómetros de distancia. Si oyes ese patrón ten por seguro de que se trata de Regetón. Eso unido a textos casi siempre repletos de connotaciones sexuales, donde el macho es el poderoso repleto de billetes que subyuga a la mujer y ésta a su vez desea ser subyugada por ese macho espléndido, mensajes absolutamente materialistas y de amores dolorosos y llenos de rencor completan este arcoíris de maravillas sonoras que, querámoslo o no, han venido para quedarse.

 Cuando una sociedad no es capaz de crear otras alternativas musicales interesantes a nivel urbano, estamos ante un serio problema. Y el problema no es otro que el de la comodidad. El asentarse en lo que ya conocemos. En no ser seres inquietos musicalmente hablando.

Una amiga mía me dijo una vez que ella nunca sería capaz de escuchar a Beethoven porque lo que componía ese señor no era música de baile y para ella la música era sinónimo de bailar. Por eso le gustaba el Regetón. El problema no es que hoy exista mucha gente con esta misma manera de pensar. El problema es que a estas personas les da igual que puedan existir otras formas musicales como de hecho existen. Hay vida más allá del dichoso Regetón. Otra cosa es que haya gente que desee descubrirla.

Siempre nos quedará Spotify” me dijo un amigo en una ocasión. Cierto. Y es una ventaja tener este tipo de plataformas porque si a ti te gusta Queen y no tienes ni idea de quien es Frank Zappa, tal vez la misma plataforma musical te ofrezca la posibilidad de descubrir al segundo ya que puede estar entre su lista de artistas relacionados. Una ventaja interesante. Y si hace décadas estilos musicales podían vivir en perfecta armonía unos con otros era porque había alternativas.

La música Disco acabó por imponer sus normas en los discos que grababan multitud de bandas e intérpretes a partir de la segunda mitad de los 1970s en todo el mundo. Y esas bandas e intérpretes jamás habían entrado por la Disco Music.  Aretha Franklin, Al Jarreau, Herbie Hancock, Chick Corea o George Benson, por citar solo algunos, entraron sin rubor por los senderos de la Música Disco.  Sin embargo lo hicieron para no quedar desfasados. Pero al mismo tiempo que ellos lo hacían, otros estilos musicales continuaban adelante con sus formas musicales inalterables. Había espacio. Había campo. Hoy el panorama se ha transformado en un recreo para satisfacer los deseos de una industria discográfica que se aferra a un solo estilo, el Regetón, como su última tabla de salvación. El último baluarte de una industria llamada a desaparecer. Al menos el ejemplo de modelo de la compañía discográfica que floreció en el pasado. Tal vez por eso aún nos queden muchos años de insufribles y machacones ritmos 3-3-2 por oír en la distancia cada vez que salimos a la calle y algún iluminado nos lanza tales maravillas sónicas a nuestros pabellones auditivos.

“FOR YOUR EARS ONLY”.    

sábado, 3 de abril de 2021

SAM

 

Sam se levanta cada mañana con una sonrisa en la boca: “voy a sentirme bien hoy”.

Sam tiene prisa. Solo desayuna bollos agujereados y café: “voy a servirme bien hoy”.

Sam ocupa el asiento de su nuevo Lexus y se dirige a su empresa: “voy a despedir a diez hoy”.

Sam paga su nueva casa de la playa gracias al beneficio de sus recortes salariales: “voy a comprarme otro perro para mi nueva casa hoy”.

Sam llega a la hora del lunch: “voy a sonreírle al negro que sirve las mesas a ver si me da gratis la coca-cola hoy”.

Sam nota que su móvil se ha activado. Acaba de ganar otro millón: “voy a ver si me puedo follar a esa actriz porno por la que he pagado diez mil pavos hoy”.

Sam está triste. Ha llegado la hora de volver a casa y no ha podido hacer sus ejercicios espirituales porque la limpiadora ha llegado tarde y ahora ha ocupado su despacho: “voy a despedir a esa furcia hoy”.   

Sam se despide ya de sus empleados. Ha sido un día muy duro y él se despide de ellos con una sonrisa en la boca mientras todos le saludan sin saber que van a irse a la calle muy pronto: “voy a ver si me llevo mas dinero por cada uno de esos ilusos hoy”.

Sam está a punto de meterse en su nuevo Lexus cuando un tipo mal vestido y de dudosa catadura se le acerca: “Ro- lex!”. Decía el tipo señalando la muñeca de Sam. Pero Sam no piensa darle un reloj tan valioso a ese despojo humano. Además fue un regalo de su jefe cuando despidió a sus primeros diez empleados. “Ro-lex!”, repetía el tipo. Sam seguía negándose. El tipo sacó un arma y de un seco disparo le abrió el corazón a Sam.

El tipo se agachó, le arrancó el reloj de la muñeca de Sam y salio corriendo.

Sam sabedor de que le quedaba poca vida y con su corazón abierto por aquella bala pensó: “voy a morir hoy”.

LA BANDA DE LOS PITOS

  La banda de los pitos, Ha llegado al pueblo. Unos tocan pitos pequeños, Agudos y puntiagudos. Otros tocan pitos grandes, Graves ...