Remilgadas bestias de dos cabezas,
De frágil papel rojizo por ojos.
Saltamontes gigantes de enormes alas verdes,
Relucientes y de edulcorado fulgor.
Enanos saltimbanquis de tierras lejanas,
Balanceándose entre los huecos de cañones podridos.
Serpientes de interior,
Disfrazadas con pijamas celestiales.
Magos pontificados,
Dormitando en globos de fantasía.
Hadas relamidas,
Paseando por alambres untados en melaza.
Todos ellos preparados para el desfile,
Desafiantes criaturas oscurecidas en su vómito.
¡Pasen y vean!,
¡El Circo ha llegado a la ciudad!